En Ecuador se promociona la alimentación saludable
La última Encuesta de Salud y Nutrición (ENSANUT 2012) demuestra que más de la mitad de la población padece de este factor de riesgo, asociado con enfermedades crónicas no transmisibles como la diabetes, hipertensión, cáncer, entre otras, a las cuales se les atribuyen las primeras causas de muerte en el Ecuador.
Según estimaciones del Ministerio de Salud Pública (MSP), el tratamiento de las enfermedades crónicas no transmisibles le cuesta al Estado 7 mil 600 millones de dólares anuales.
De acuerdo a esa Cartera de Estado, los encargados de la planificación y monitoreo de bares escolares son los Comités Nacional, Zonales y Distritales según el Acuerdo Interministerial 0005-14 (Reglamento para el control del funcionamiento de bares escolares del Sistema Nacional de Educación) del 3 de abril de 2014. Con el fin de precautelar la salud de los estudiantes y prevenir posibles conflictos de interés, el sector industrial no forma parte de estos comités, sin embargo, sus criterios son analizados para la elaboración y modificación de las regulaciones.
Además, de la estrategia en bares escolares, existen acciones complementarias en educación y comunicación impulsadas por las instancias gubernamentales que promueven la alimentación saludable y actividad física en los establecimientos de educación.
El reglamento antes mencionado recurre a la estrategia de semaforización de alimentos procesados, para controlar el expendio de alimentos y bebidas con altos contenidos de sal, azúcar o grasa en los bares escolares, así como productos con edulcorantes. Estas prohibiciones se alinean a la evidencia científica internacional más actualizada e imparcial en salud pública y nutrición, la cual respalda la tendencia mundial de etiquetar alimentos y bebidas procesadas de acuerdo al contenido de nutrientes críticos (azúcar, sodio, grasas, y otros edulcorantes).
Los alimentos y bebidas de sabor dulce (endulzados con azúcar o con otros edulcorantes artificiales) promueven el incremento progresivo de una ingesta esporádica a una ingesta continua, generando en algunos casos problemas de adicción al sabor dulce. Este enunciado es muy importante en los niños y niñas porque el consumo de bebidas dulces a una edad temprana define los hábitos de consumo para toda la vida.
Según el análisis de la Organización Panamericana de la Salud existe una relación entre el aumento del consumo de alimentos y bebidas procesados y el incremento de la obesidad y sobrepeso. Aunque el sector industrial de alimentos y bebidas manifiesta un descenso en las ventas de estos productos entre el 2014 y 2015, el Ministerio de Salud cuenta con estudios de mercado de empresas internacionales de investigación en consumo que demuestran que, la canasta total de productos integrada por bebidas no alcohólicas, confitería, cuidado personal, alimentos y lácteos creció en 6,7%. Específicamente el grupo que comprende todos los lácteos (quesos, leches y yogures) ha tenido un crecimiento continuo entre el 2010 y 2015 en sus valores de ventas. En paralelo, los datos de la encuestas de ingresos y gastos de hogar señalan que a nivel nacional el gasto en bebidas azucaradas procesadas en los hogares ecuatorianos ascienden a 420 millones de dólares anuales, esto sin contar los gastos en alimentos procesados.
El Ministerio de Salud, añade que siempre comprometido con el bienestar de toda la población promueve la integración de esfuerzos de todos los sectores involucrados en la cadena de producción-consumo de alimentos, alineándose a las políticas públicas nacionales e internacionales, que fomentan la oferta de alimentos más saludables y priorizando el supremo derecho a la salud de los ecuatorianos. CP/El Ciudadano
