Ministerio del Ambiente lanzó el libro: “Pasivos ambientales y reparación integral; experiencias de gestión en el Ecuador”
El texto, muestra a detalle los resultados de un trabajo de investigación enfocado en la gestión y promoción de la reparación integral de pasivos ambientales que se ha hecho en el país, los últimos nueve años.
El subsecretario de Calidad Ambiental, Franz Verdezoto, quien presentó el libro ante varias autoridades de instituciones públicas y privadas, asambleístas, académicos y estudiantes, destacó la compleja tarea que ha tenido el MAE al identificar y ubicar las aéreas afectadas por la presencia de pasivos ambientales en el país, información que se encuentra recopilada y sistematizada en la plataforma web, llamada Sistema Nacional de Información para la Reparación Integral (Sinari).
“Ahí se pueden visualizar datos estadísticos y descriptivos sobre infraestructura y fuentes de contaminación,existentes en todo el territorio nacional, divididas en siete líneas de investigación, relacionadas a las actividades hidrocarburífera, minera, producción agropecuaria, extracción de recursos marino costeros, aprovechamiento forestal, generación de energía eléctrica y residuos sólidos”, resalto el funcionario.
Verdedozo dijo que esta información permitió priorizar zonas de estudio, para la aplicación de la Metodología de Valoración Económica del Daño Ambiental, instrumento desarrollado por el PRAS, que permite obtener el valor económico de las afectaciones causadas por el inadecuado manejo ambiental de las actividades productivas.
En este sentido, Edgar Fuertes, gerente del PRAS, explicó que durante este tiempo fue indispensable, primero identificar la fuente de contaminación, realizar un diagnóstico socioambienta y valorar el daño; para luego diseñar los planes de reparación integral en los que se establece las acciones para la recuperación de los ecosistemas. Hasta el momento el Ministerio del Ambiente a través del PRAS, ha desarrollo cinco planes en: Puyango, Tenguel–Camilo Ponce Enríquez, Pacayacu, Machuchi y Distrito Amazónico, con lo que se benefició a más de 530.000 personas. /HP/El Ciudadano
