Rocío de Moreno recorrió el barrio San Juan junto con Las Manuelas
Además de la realidad social y económica se tomaron en cuenta las condiciones físicas de las viviendas. “Es necesario que ‘Las Manuelas’ estemos en territorio, viendo directamente la realidad y eso es lo que estamos haciendo”, afirmó Rocío González.
Una de las primeras casas visitadas fue la de Luz Guachamín, de 90 años, y su hija Rosario Cuichán, de 72 años, quien padece discapacidad auditiva del 50 por ciento. Ambas aprovecharon la visita para exponer sus necesidades. Las mujeres, tras ser escuchadas por Rocío de Moreno, fueron registradas por las brigadistas. “Recuerden que no están abandonadas y que van a recibir toda la atención necesaria”, les dijo la esposa del Primer Mandatario, antes de continuar con su recorrido.
La finalidad de estas visitas es levantar información sobre las condiciones en que viven las personas con discapacidad y sus problemas; así lo enfatizó Glelia Moreira, supervisora de una de las 13 brigadas que recorrieron San Juan, sector ubicado la parte alta del centro – occidente capitalino.
Moreira recordó a los ciudadanos que tengan familiares que requieran ayuda de las brigadas, que deben colocar en el exterior de sus viviendas una bandera blanca para facilitar su ubicación. “Cuando encontramos personas que no están en la lista inmediatamente les abrimos un formulario, pues la consigna es identificar a todas las personas con discapacidad”, afirmó la brigadista.
Solo en las parroquias urbanas de Quito se han identificado 1.410 hogares que serán visitados por las brigadas, conformadas por un supervisor y tres ‘Manuelas’.
En las visitas realizadas este jueves se conocieron casos dramáticos, como el de Clara Moreno, quien entre lágrimas contó a la esposa del Presidente la situación que vive su marido, Luis Alulema, que padece discapacidad física del 95 por ciento, razón por la cual permanece inmovilizado en su cama.
Luego de entregar sus datos a las ‘Manuelas’, la mujer recibió la noticia que formará parte del plan ‘Casa para Todos’, le hicieron la entrega inmediata de una silla de ruedas para que su esposo pueda moverse y ya no pase postrado.
Esto hizo que doña Clara, visiblemente emocionada, agradeciera el apoyo. “No tengo palabras para expresar mi felicidad, agradezco infinitamente a la señora Rocío por conocer nuestro estado real, que es muy difícil”, fueron sus palabras.
Las brigadas, que por seguridad se desplazan con el resguardo de las Fuerzas Armadas, iniciaron su labor este lunes 14 de agosto en Quito, Guayaquil y Manta. KM/ El Ciudadano
