Presidente Moreno abogó por un mundo construido en base a diálogo, transparencia e inclusión

Cuenca (Azuay). – La desigualdad, el Plan ‘Toda una Vida’, el cambio climático, la producción de armas, fueron algunos de los temas a los que se refirió el Presidente de la República, Lenín Moreno, al dirigirse a las delegaciones de 193 países presentes en la Asamblea General de Naciones Unidas. 

El Mandatario ecuatoriano inició su intervención destacando los avances en materia de inclusión y accesibilidad para personas con discapacidad, sin embrago acotó que aún existen deudas pendientes con mil millones de personas que, a nivel mundial, están en esa condición. “Soy optimista, tenemos toda la capacidad para encontrar soluciones, es cuestión de decisión política por ello agradezco las adecuaciones realizadas para que hoy pueda dirigirme en esta sala”, comentó en alusión a los cambios hechos al atril para que él pudiera hablar a la concurrencia.

Luego indicó que gobernar de manera responsable implica que los ciudadanos tengan una vida decente en un planeta sostenible y puso como ejemplo la gestión que su Gobierno realiza mediante el Plan ‘Toda un Vida’, con el que se busca garantizar los derechos de las personas desde el momento de la concepción hasta la vejez. “Un país deben cuidar, inspirar, impulsar, acompaña y ser grato con su gente durante toda una vida, bajo el principio de corresponsabilidad”.

Apunto que, como parte de esa vida digna, hay que procurar un mundo donde se erradiquen todas las formas de violencia y exclusión. Al respecto se refirió a los graves problemas de la coyuntura mundial actual: amenazas de guerra, mayores niveles de desigualdad y pobreza, los devastadores efectos del cambio climático que han sido notorios en los últimos desastres naturales.

“Esto demuestra que como humanidad estamos fallando”, sentenció antes de remarcar el compromiso de Ecuador con la paz mundial, prueba de ello es la firma del Tratado sobre Prohibición de Armas Nucleares. “Y hacemos un llamado a que todos los países suscriban este histórico instrumento internacional”, agregó.

“Sabemos que la industria militar es un gran negocio. Por eso no comprendemos que se condene y persiga a los traficantes y no a los productores de armas. ¿Cuál es la ética que está en juego? ¿Cómo es posible que recursos que pueden ser destinados para financiar el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, sean desperdiciados en el absurdo de la guerra?”, cuestionó ante el auditorio que más de una vez lo interrumpió con aplausos.

Para resolver las diferencias entre países, propuso como alternativa el diálogo y expresó su total rechazo a las intervenciones armadas y al bloqueo a estados y regiones, como en el caso de Cuba. Frente a esto, el Jefe de Estado resaltó una vez más que se debe respetar la soberanía de los estados y la no injerencia.

Puntualizó que un camino para enfrentar la inequidad de manera urgente es tomar medidas fiscales justas, por ello acotó que es necesario combatir la evasión fiscal. Por eso criticó la utilización de los ‘paraísos fiscales’, los que dijo, han servido para ocultar la deshonestidad, tanto del ámbito público como privado. “Si queremos combatir la corrupción, debemos fomentar la cultura de la transparencia”, dijo.

El Presidente Moreno aprovechó la oportunidad para solidarizarse con los pueblos afectados por fenómenos climáticos. También hizo referencia a la crisis migratoria mundial, expresando que la movilidad humana enriquece a los pueblos y contribuye a combatir toda forma de discriminación y xenofobia. DVL/El Ciudadano