Las Manuelas visitarán 10.000 hogares hasta noviembre
Con la risa ella se olvida de la pobreza extrema en la que viven, y a sus 87 años no reniega de su situación pero anhela ayuda, sobre todo para su hija que no puede caminar y se traslada apoyada de un andador deteriorado. Ellas viven en la cooperativa Nuevos Horizontes II, en el cantón Durán, en Guayas.
En este lugar arrancó el trabajo de las brigadas ‘Las Manuelas’, que llegaron acompañadas de Rocío González de Moreno, presidenta del Comité Interinstitucional del plan ‘Toda una Vida’.
Juntas visitaron los hogares de personas con discapacidad en donde actualizaron y revisaron sus datos para el registro social y poder entregarles ayudas técnicas.
“Todos tenemos que comprender que las personas con discapacidad necesitan muchísimo más de nuestra ayuda. En Durán tenemos 4.000 de estos casos a los que visitaremos para entregarles ayudas técnicas y cubrir sus necesidades”, señaló Rocío de Moreno.
Durante el recorrido entregó varias sillas de ruedas, una de ellas fue para Otilia y otra para Marlene Romero, una mujer de 58 años de edad con 85% de discapacidad física, que para caminar se ayudaba de dos palos de escoba. “Con esta silla de ruedas mi hermana ya va a tener como llevarme al médico, porque con esos palos de escoba era muy difícil, eso no me permitía salir de mi casa”, dice Romero.
“No es suficiente entregar sillas de ruedas, el cambio tiene que ser total, en este sector existen muchas falencias: no hay servicios básicos, las casas son de madera, esto nos demuestra que aún tenemos una deuda que debemos tomarla con mucha seriedad y con respeto, hay que hacer algo y hacerlo bien, no se trata solo de dar casas, nosotros vamos a entregar viviendas con todos los servicios básicos, papeles en regla y sobre todo vamos a crear comunidad”, manifestó Rocío de Moreno.
Las brigadas esperan recorrer, hasta noviembre, 10.000 hogares en la zona 8 que comprende los cantones de Durán, Samborondón y Guayaquil.
Gisella Moreira, coordinadora de ‘Las Manuelas’ en la zona 8, manifiesta que durante las visitas actualizan los datos y acogen todas las necesidades que tienen en los hogares, para luego canalizarlas con las instituciones competentes. “Atendemos necesidades de salud, inclusión, educación, e incluso trabajamos con el Ministerio de Justicia por casos de violencia contra la mujer”, indicó.
Cinco cuadras más adelante, Julio Flori recibió a las brigadistas con una gran sonrisa, sentado en la silla de ruedas que le entregaron. La risa lo mantiene vivo y le hace olvidar por un momento su enfermedad y su pobreza, “yo me río y bromeo porque así la vida es mucho más fácil”.
‘Las Manuelas seguirán’ recorriendo el país actualizando información y entregando ayudas técnicas a personas con discapacidad. CP/El Ciudadano
