El Tratado de Cooperación Amazónica busca el desarrollo armónico de la región

“Los retos son cada vez mayores, especialmente si reconocemos la urgencia con la que debemos actuar para enfrentar el cambio climático y el calentamiento global. Por eso es urgente fortalecer todos los mecanismos de cooperación, para asegurar la sobrevivencia de nuestro planeta, de la vida misma”, destacó María Fernanda Espinosa, canciller ecuatoriana, en la reunión de la OTCA que se realizó en Tena, provincia de Napo.

Durante la reunión de los ministros de Relaciones Exteriores de los ocho países miembros de la OTCA se presentaron propuestas innovadoras por parte de Ecuador —Iniciativa Amazónica— y de Colombia —Corredor Andes-Amazonas-Atlántico—, que servirán de base para, de manera inmediata, actualizar la agenda estratégica de la OTCA y ponerla a tono con los nuevos desafíos globales como son el Acuerdo de París y la Agenda 2030.

Los tres ejes de la acción promovida por Ecuador son revertir la deforestación en la cuenca amazónica para alcanzar conjuntamente la meta de deforestación neta cero en 2030; garantizar los derechos de los pueblos indígenas y comunidades locales, en especial los pueblos en aislamiento voluntario; y recuperar el valor de la cuenca hidrográfica del Amazonas como la mayor reserva de agua dulce y factor determinante en el balance hídrico y climático del planeta

El proyecto hace referencia a un espacio con 544 millones de hectáreas de bosques en ocho países que representa el 19% de la superficie forestal mundial y que reúne el 20 % de las reservas de agua dulce del mundo. Es, además, el hogar de unos 40 millones de personas, con 420 pueblos indígenas de los que alrededor de 70 nunca han tenido contacto con el mundo occidental. GFS/El Ciudadano