En Pile tejen sueños de paja toquilla con ayuda del MIPRO y la República Checa
Este saber ancestral se transmite de generación en generación y en los días en que el clima es benigno, sin sol ni calor, hombres y mujeres, ancianos y niños doblan sus espaldas para empezar a tejer los legendarios sombreros finos de paja toquilla que han dado fama mundial a este lugar.
Simón Espinal es uno de los tejedores más reconocidos de la comuna, el tejido que realiza es 62 grados para arriba, es decir son de los sombreros extrafinos o trafinos; él explica que para ellos es imposible tejer cuando hay sol o calor porque la paja se quiebra y el sombrero queda negro.
“Tejo desde los 14 años, me enseñó mi papá y él aprendió de su padre; ahora están aprendiendo mis hijos y así seguiremos porque la idea es que no desaparezca el tejido de paja toquilla”, comentó
Tejer un sombrero extrafino puede tomar seis meses o más, esto dependerá de la finura del mismo.
A fin de que los sombreros tengan un mejor acabado, el Ministerio de Industrias y Productividad (Mipro), con recursos de la República Checa, entregó a la comunidad una prensa hidráulica para planchar sombreros, una maceteadora, cinco hormas de sombrero de aluminio fundido, una máquina de coser, una plancha industrial eléctrica de vapor y un tanque de teñido, maquinaria que está bajo la administración de quienes dirigen la organización comunitaria.
Mientras el inclemente sol va cayendo, las luces ganan espacio y los moradores de Pile salen al portal de sus viviendas a conversar con sus vecinos.
Redacción: El Ciudadano/ Mipro