República Democrática del Congo: la violencia y el contexto volátil nos obliga a adaptarnos constantemente
Published On: 10 de October de 2018 :: 5:15 pm

República Democrática del Congo: la violencia y el contexto volátil nos obliga a adaptarnos constantemente

República Democrática del Congo: la violencia y el contexto volátil nos obliga a adaptarnos constantemente

En la región de Gran Kasai, el desafío es llegar, por medio de clínicas móviles y visitas regulares al campo, a quienes viven en las aldeas y lugares más remotos, donde el impacto de la violencia suele ser mayor.

Médicos Sin Fronteras (MSF) hemos reabierto la unidad quirúrgica del Hospital Provincial de Referencia de Kananga (HPRK, por sus siglas en inglés), donde brindamos atención médica y psicológica a las víctimas de violencia sexual desde mayo de 2017. Además, hemos establecido un nuevo proyecto en la zona sanitaria de Tshikula, que brinda atención médica de emergencia y atención materno-infantil.

El objetivo en ambos casos es seguir brindando asistencia a las poblaciones necesitadas y apoyando al sistema de salud local, duramente afectado por las consecuencias de la violencia en la región del Gran Kasai, en la República Democrática del Congo (RDC).

Estas recientes aperturas se realizaron en paralelo con nuestra retirada de las actividades de nutrición en la zona sanitaria de Tshibala, donde nos esforzamos por adaptarnos a las cambiantes necesidades humanitarias dentro un contexto aún caracterizado por focos de violencia y movimientos de población esporádicos.

Este volátil contexto tiene un impacto directo en el acceso a la atención médica, que sigue siendo un desafío, y en la respuesta de la atención médica, aún inadecuada e incapaz de responder a las emergencias y necesidades de los más vulnerables.

“El objetivo de todos nuestros proyectos no solo es tratar a los pacientes en nuestras estructuras o en las estructuras que apoyamos, sino también llegar, por medio de clínicas móviles y visitas regulares al campo, a quienes viven en las aldeas y lugares más remotos, donde el impacto de la violencia a menudo ha sido mayor”, explica la doctora Hilde Vochten, nuestra coordinadora médica en el país.

Desde que empezamos a responder a la crisis en la región del Gran Kasai en mayo de 2017, hemos implementado proyectos médicos en un total de cinco localidades en las provincias de Kasai y Kasai Central: en las capitales Tshikapa y Kananga; y en Tshibala, Kakenge y Tshikula.

Desde entonces, hemos finalizado algunas de sus actividades y programas, o hemos dado el relevo al Ministerio de Salud y otras organizaciones después de una reevaluación de las cambiantes necesidades desde un punto de vista médico y humanitario.

“Durante el último año y medio, nuestros equipos han brindado asistencia médica y apoyo a víctimas de violencia sexual, niños con desnutrición y pacientes con heridas severas o que requieren cirugía. Continuaremos apoyando y fortaleciendo el sistema de salud local”, comenta Vochten.

Desde agosto de 2016, la región del Gran Kasai ha experimentado una violencia generalizada que ha cobrado la vida de más de 5.000 personas y ha desplazado a aproximadamente 1,4 millones de personas en el punto más crítico de la crisis. En los últimos meses, cientos de miles de personas han regresado gradualmente a sus pueblos de origen, pero las necesidades humanitarias de las personas en esta región siguen siendo inmensas y en gran parte, siguen sin abordarse.

Trabajamos en República Democrática del Congo desde 1977, ofreciendo atención médica a víctimas de conflictos y violencia, personas desplazadas, víctimas de epidemias o pandemias como el cólera, el sarampión y el VIH / SIDA. También hemos estado en la línea de frente de la respuesta a los brotes de Ébola que han afectado al país en las últimas décadas.



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