Terremotos Turquía-Siria: “Es urgente continuar ofreciendo apoyo de emergencia a las personas afectadas”
Un mes después de los terremotos que han desestabilizado a Turquía y Siria, Ahmed Rahmo, nuestro coordinador de proyectos en Idlib (Siria), comparte cuáles son las necesidades médicas y humanitarias actuales, así como las actividades y el apoyo que estamos dando en los dos países.
El pasado 6 de febrero, dos terremotos de magnitud 7,8 y 7,6 sacudieron el centro-sur de Turquía y el noroeste de Siria, respectivamente. Después de estos dos seísmos, las mismas regiones han seguido registrando cientos de réplicas que han incrementado la cifra de muertes, daños materiales y el trauma de las personas supervivientes.
Aunque ya ha pasado un mes y la fase de búsqueda y rescate ha terminado, las necesidades siguen siendo agudas. Nos lo cuenta Ahmed Rahmo, nuestro coordinador de proyectos en Idlib, Siria.
Un mes después, ¿cuál es el impacto de este desastre natural en Turquía y Siria?
En las gobernaciones sirias de Idlib y Alepo, donde estamos presentes, el desastre ha agravado una situación humanitaria ya de por sí crítica. Las 180.000 personas que han sido desplazadas de sus hogares a causa del terremoto se suman a los 2,8 millones de personas que ya viven en circunstancias difíciles y precarias tras haber tenido que desplazarse de manera forzada en varias ocasiones durante 12 años de guerra.
En Turquía, según cifras oficiales, más de 3 millones de personas se habían visto obligadas a abandonar sus hogares hasta el 4 de marzo, de las cuales más de 1,5 millones viven ahora en pueblos formados por tiendas de campaña.
Los terremotos han impactado en diferente grado a 11 provincias, que albergan al 16% de la población total del país. A pesar de la importante respuesta de las autoridades y de la solidaridad de la sociedad civil turca, aún existen necesidades sin cubrir para muchas personas afectadas por el terremoto.
Además, algunas de las áreas de Turquía afectadas por el terremoto ya acogían a millones de personas refugiadas sirias en una situación muy vulnerable y viviendo en refugios precarios.
La ciudad de Malatya, en el centro sur de Turquía, fue gravemente afectada por los terremotos de febrero de 2023. © Mariana Abdalla/MSF
¿Cuáles son las necesidades médicas y humanitarias más urgentes?
Muchas personas desplazadas siguen sin tener refugio, alimentos, agua potable ni acceso a medios de subsistencia. Las personas supervivientes necesitan asistencia médica, baños, duchas, sistemas de calefacción, ropa de invierno, generadores, mantas, kits de higiene y productos de limpieza.
La etapa de búsqueda y rescate, así como la fase de emergencia aguda han terminado, pero es urgente continuar ofreciendo apoyo de emergencia a las personas afectadas.
Muchas personas, además, han perdido sus hogares, sus actividades económicas y a familiares y seres queridos; y están viviendo en condiciones muy duras. La mayoría están tristes, desesperadas, sufren ansiedad, se sienten inseguras ante el futuro y viven con el miedo constante y el estrés postraumático causado por las réplicas.
Esto último hace que muchas personas revivan todo lo sufrido y les hace pensar que la destrucción que han experimentado podría repetirse. Por lo tanto, proporcionarles apoyo psicosocial es crucial después de todo este sufrimiento.
El noroeste de Siria también se enfrenta a un sistema de salud e infraestructuras debilitado: hay 55 instalaciones de salud dañadas o que no funcionan a pleno rendimiento.
¿Cómo estamos respondiendo a esta crisis?
En las gobernaciones sirias de Idlib y Alepo, nuestros equipos están apoyando las estructuras médicas en funcionamiento. También tenemos clínicas móviles que brindan atención médica primaria y de salud mental en centros de recepción y campos para personas desplazadas. Además, nuestros equipos siguen distribuyendo artículos y kits de emergencia.
En Turquía, actualmente estamos trabajando en asociación con diferentes ONG locales y organizaciones de la sociedad civil para brindar asistencia humanitaria y de emergencia. Nos enfocamos en áreas desatendidas donde nuestra intervención puede tener un valor añadido.
Entre el apoyo dado a Turquía a través de organizaciones locales socias, hemos donado y seguimos donando suministros médicos, alimentarios, de agua y logísticos, así como kits de higiene y artículos de emergencia, como estufas eléctricas y ropa interior térmica para ayudar a las personas supervivientes a soportar las bajas temperaturas.
También hemos dado respuesta a las necesidades de agua y saneamiento mediante la construcción de duchas y letrinas en campos improvisados; y estamos dando apoyo a actividades psicosociales, mediante técnicas de trabajo individual o grupal, para las personas afectadas por el terremoto, incluyendo a supervivientes, personas voluntarias y equipos de búsqueda y rescate.
Clínicas móviles MSF en el centro de alojamiento temporal de la ciudad de Salqin, en Idlib, Siria. © Omar Haj Kadour
¿La ayuda humanitaria cubre todas las necesidades de la población afectada en Siria?
La ayuda humanitaria que llega al noroeste de Siria ha sido extremadamente limitada y demasiado lenta. Todavía hay una enorme necesidad de refugio, agua potable, instalaciones de lavado y equipos de calefacción.
Bab al Hawa es el principal cruce humanitario apoyado por la ONU entre Turquía y el noroeste de Siria, desde donde pueden entrar suministros médicos esenciales para salvar vidas en el noroeste de Siria. El 13 de febrero, se anunció la apertura de dos puntos de cruce humanitarios adicionales (Bab al Salam y Al Raee) desde Turquía hasta el noroeste de Siria por un período inicial de tres meses.
Aunque nuestro segundo convoy de 15 camiones con ayuda humanitaria cruzó el noroeste de Siria el 26 de febrero con el apoyo de la ONG Al Ameen, seguimos haciendo un llamamiento para que haya más puntos de acceso disponibles, ya que los suministros, especialmente para procedimientos quirúrgicos, están disminuyendo.
Como MSF, hacemos un llamamiento para que la ayuda humanitaria llegue a la población en función de sus necesidades. Lamentablemente, la ayuda que actualmente está llegando a Siria está muy lejos de cubrir esas necesidades.
En el noroeste de Siria, brindamos apoyo a hospitales, incluyendo una unidad para pacientes con quemaduras, además de contar con centros de atención médica general y ambulancias para derivaciones. Además, apoyamos clínicas móviles y clínicas de enfermedades no transmisibles que atienden a personas desplazadas en campos. También llevamos a cabo actividades de agua, saneamiento e higiene en campos cercanos al noroeste. En el noreste de Siria, gestionamos una clínica de atención médica general, programas de enfermedades no transmisibles, atención móvil de heridas y una planta de ósmosis inversa para proporcionar agua potable en el campo de al Hol. También apoyamos un hospital, así como un departamento para pacientes ambulatorios, una sala de urgencias, un programa de nutrición y, actualmente, contamos con un equipo que participa en una intervención a corto plazo contra la gripe B en respuesta a la alta mortalidad infantil.
En Turquía, en colaboración con varias organizaciones locales asociadas que apoyan a las personas en las áreas afectadas, evaluamos y adaptamos constantemente nuestra asistencia para responder mejor a las necesidades médicas y de emergencia de las personas supervivientes.
Hasta ahora, las actividades de apoyo se han llevado a cabo en lugares como Gaziantep, Malatya, Adiyaman, Hatay, Elbistan, Nurdağı, Kilis, Islahiyeh, Defne, Samandag, Antakya, Narlicia, Pazarcik, Iskenderun y la ciudad de Kahramanmaraş.
