Las medidas coercitivas de Israel vulneran la salud de la población palestina de Masafer Yatta
Published On: 5 de April de 2023 :: 1:38 pm

Las medidas coercitivas de Israel vulneran la salud de la población palestina de Masafer Yatta

Las medidas coercitivas de Israel vulneran la salud de la población palestina de Masafer Yatta

Un informe de MSF describe la enorme presión para obligar a las comunidades locales a abandonar esta zona de Cisjordania y las consecuencias para su salud.

Vivir con el miedo constante a un desalojo, ver sus casas demolidas o sufrir la restricción de movimientos. Estos son algunos de los obstáculos a los que se enfrenta la población palestina de Masafer Yatta (sur de Cisjordania) y sus alrededores en los Territorios Palestinos Ocupados.

En nuestro nuevo informe: ‘La vida insoportable: repercusiones sanitarias de las medidas israelíes de desalojo forzoso de los residentes de Masafer Yatta’, Médicos Sin Fronteras (MSF) describimos la enorme presión que ejercen las autoridades israelíes para obligar a las comunidades locales a abandonar la zona y las consecuencias para su salud física y mental.

“Si pierdo mi tierra, pierdo mi vida”, se lamenta Youssef*, habitante de la aldea de Al-Majaz, en Masafer Yatta, expresando así hasta qué punto está en juego la supervivencia de las comunidades afectadas.

Mahmud, residente de la congregación de Al-Markez, Masafer Yatta

© Juan Carlos Tomasi/MSF

“He vivido en Al Halaweh toda mi vida, pero los últimos ocho meses han sido los peores”, Walid*, residente de Al Halaweh, Masafer Yatta.

Además de la amenaza de desalojo de sus viviendas, la población vive bajo la sombra constante de la violencia. “Los soldados entran en las aldeas por la noche, imponen toques de queda y otras restricciones de movimiento, dirigen entrenamientos militares cerca de las zonas habitadas, confiscan vehículos y derriban casas”, afirma David Cantero, coordinador general de MSF en los Territorios Palestinos Ocupados. “Les hacen la vida imposible“.

La presión de las autoridades israelíes se ha intensificado desde mayo de 2022, tras una sentencia del Tribunal Supremo de Israel que eliminó todas las barreras legales al desplazamiento forzoso de la población palestina de Masafer Yatta para habilitar una zona de tiro y maniobras militares. Esta decisión ha afectado gravemente a la capacidad de la población para acceder a los servicios básicos, incluida la atención médica.

Safa, residente en Al-Markez, Masafer Yatta.

© Juan Carlos Tomasi/MSF

“Un día, nos veremos obligados a irnos, porque no quedará nada”, residente de Al Jinba, Masafer Yatta.

El informe de MSF revela que a los pacientes se les niega sistemáticamente el acceso a las aldeas donde MSF presta servicios médicos si su documento de identidad indica que proceden de otro lugar. En otros casos, las ambulancias que intentan acceder a Masafer Yatta sufren retrasos o incluso son bloqueadas, y los residentes que tratan de llegar a los hospitales son retenidos en los puestos de control y se enfrentan a largos retrasos.

“Hace tres semanas, esperamos durante dos horas bajo una lluvia intensa con un recién nacido en el puesto de control”, Zeina*, residente de Jinba, Masafer Yatta.

Muchos residentes denuncian que el acceso precario a la atención médica en Masafer Yatta ha obligado a las personas vulnerables por razones médicas, incluidas las mujeres embarazadas en el tercer trimestre y las personas mayores con dolencias crónicas o enfermedades graves, a abandonar sus hogares y familias para trasladarse a Yatta, una ciudad cercana.

“Siento miedo, un miedo inmenso, ¿existe una palabra mayor que miedo para expresar cómo me siento?”, Amal*, residente en Jinba, Masafer Yatta.

Las medidas coercitivas obligan a la población a vivir en constante temor por su seguridad y las familias se sienten incapaces de proteger a sus hijos. Un padre relata que su hijo se despertó en plena noche cuando un soldado armado y un perro entraron en su dormitorio. Otras familias manifestaron sentirse desesperadas e impotentes cuando sus hijos volvían de la escuela y veían que la casa familiar había sido demolida.

Jamla, residente en Khirbet Al-Fakhit, Masafer Yatta.

© Juan Carlos Tomasi/MSF

“Lo peor son las incursiones domiciliarias de los soldados. En medio de la noche, de repente, están en tu casa. Todo el mundo tiene que salir: hombres, mujeres, niños, y son separados. Los soldados buscan en todas las casas y en los cobertizos de animales. Y, entonces, todos son interrogados, hasta los niños”, Yasser* residente en Umm Al-Khair, Masafer Yatta.

“Estamos como en una cárcel. Ni siquiera la familia puede visitarnos”, Lama*, residente en Jinba, Masafer Yatta.

Vivir en condiciones tan difíciles está afectando gravemente a la salud mental de la población, afirma MSF, cuyos equipos móviles brindan atención médica, incluida la atención a la salud mental, a la población de Masafer Yatta desde 2021.

“Sientes que vas a explotar, te quitaron algo y no puedes hacer nada”, Samar*, residente de Sha’b al Butum, Masafer Yatta, sobre la demolición de su casa el día anterior.

El informe de MSF resalta un fuerte aumento de la demanda de servicios de salud mental entre los residentes que sufrieron allanamientos de morada y demoliciones. Tras estos incidentes, en 2022 más de la mitad de los pacientes de MSF presentaron síntomas psicosomáticos, uno de cada cuatro mostró síntomas postraumáticos; y dos de cada tres describieron tener síntomas depresivos.

“Lo que han hecho, lo que hemos visto, impactará a los niños durante años. En una hora rompieron esperanzas y sueños”, Issa, director de la escuela derruida en Isfey Al-Fauqa, Masafer Yatta.

“Durante el último año, hemos visto de primera mano el impacto de un entorno cada vez más represivo en la salud física y mental de la población de Masafer Yatta”, afirma Cantero. “Como organización médica humanitaria, denunciamos las políticas israelíes y pedimos a las autoridades de Israel que suspendan inmediatamente el plan de desalojo y cesen la aplicación de medidas que restringen el acceso de la población palestina de Masafer Yatta a los servicios básicos, incluida la atención médica. Hay que poner fin a este sufrimiento innecesario”.

“Para una mujer embarazada, es cuestión de suerte. Si puede llegar al hospital [sin ser devuelta en un puesto de control], entonces estará a salvo. Si no, dará a luz en el camino. Dios nos ayude”, Raghda, residente en Umm Qussa, Masafer Yatta.

MSF hacemos un llamamiento a la comunidad internacional para que tome medidas urgentes y necesarias para proteger a la población de Masafer Yatta y garantizar el respeto de los derechos humanos.

“Sentí que me asfixiaba. Como si estuviera ciega y mis manos estuvieran atadas. No puede hacer nada”, Nada* residente de Sha’b al Butum, Masafer Yatta, cuyo hogar fue derribado el día anterior.

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